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Ropa sabrosa

Para Gretchen Röehrs, comida + papel = moda.

Para la ilustradora Gretchen Röehrs, la comida y la moda están intrínsecamente relacionadas. Y ese es solo uno de los motivos por los que utiliza frutas y verduras para evocar estrambóticos diseños de alta costura sobre el papel.

Todo empezó con tres moras. Gretchen Röehrs las colocó sobre una hoja de papel blanco y dibujó gráciles formas femeninas en torno a la fruta, emulando el estilo de los esbozos de moda clásicos; como si las frutas y las verduras fueran un material normal empleados por un diseñador. De hecho, solo pretendía usar esa ilustración hecha con moras para enviar un saludo desde la soleada San Francisco a una amiga que echaba de menos la comida fresca durante los meses de invierno de la costa este de EE. UU. O eso es lo que Gretchen ha dicho a las principales revistas de moda, como Harper’s Bazaar y Elle, desde que descubrieron a la artista y a su página de Instagram. En esa red social es donde Gretchen subió su fotografía de los vestidos hechos con moras. Al poco, les siguieron pantalones hechos de guisantes de un verde brillante, un vestido de noche de hojas con una falda de brócoli, y un abrigo compuesto por rodajas de melocotón. Desde entonces, ha diseñado una colección completa hecha con frutas y verduras. De vez en cuando, también utiliza un poco de comida basura, como un cruasán para crear un minivestido con forma de huevo, o una galleta para evocar una falda globo.

La comida como expresión de la personalidad

Si le preguntas a Gretchen Röehrs sobre su proceso creativo, destaca que sus diseños tienen que ser espontáneos. «Me limito a trabajar con lo que me rodea. Pase lo que pase, siempre tengo un lápiz, un cuaderno y algo de comida cerca», dice. Es verdad que las finas líneas y las dinámicas poses de sus modelos de frutas y verduras otorgan a su trabajo una calidad desenfadada que no se podría conseguir de modo forzado. Gretchen se limita a dibujar. No lo piensa demasiado. «Solo pongo la comida en el papel y dibujo a su alrededor. Es muy rápido», confiesa la artista. A pesar de ello, cada una de las figuras tiene una personalidad única que transmite a través su pose particular pero, sobre todo, a través del tipo de alimento que se ha empleado para vestirla y la ropa que se ha representado con él. El hecho que tanto la moda como la comida sean un medio de autoexpresión es algo que resuena en los dibujos de Gretchen. «Lo que comemos y lo que llevamos puesto son dos formas de expresar aspectos de nuestra personalidad. Por otro lado, son dos conceptos tan visuales que no puedes evitar relacionarlos». Así es como Gretchen Röehrs explica el trasfondo de su obra. La personalidad que insufla en sus figuras y su ropa está determinada por la comida que utiliza: «Los colores, la forma y el humor del que estoy en ese momento determinan la actitud de las ilustraciones».

Cuando la piel de plátano se convierte en unos bombacho

Algunas de sus piezas preferidas son esa en la que una piel de plátano se convierte en unos modernos bombacho y otra en la que una hoja de acelga se envuelve en el cuerpo de la figura como si fuera un lujoso vestido digno de la alfombra roja. «Tienen el mismo aspecto que ropa que podrías usar. Imagina que están hechos de seda en lugar de fruta o verdura». Gretchen Röehrs empezó en el sector de la moda estudiando el tema en la universidad y aprendiendo sobre todas sus posibilidades. El diseño de moda le ha transmitió el amor por la captura de la forma humana. «Pero lo más importante que aprendí fue que dibujar es más divertido que diseñar», añade. Este amor por la creación de bocetos hizo que se convirtiera en ilustradora cuando acabó la carrera y, de hecho, todavía trabaja en el sector.

Una hoja en blanco es el parque de juegos de Gretchen Röehrs. Pero en la cocina no es tan atrevida: «Mi cocina es muy aburrida». Excepto en un caso: «Si me apetece organizar una cena, entonces lo doy todo». También le encanta disfrutar de un buen menú en un restaurante y admirar la comida cuando no está bellamente expuesta sobre un trozo de papel, sino servida en un plato por un chef. Nos dice: «Una vez fui a comer a Benu, en San Francisco, y fue la combinación más inspiradora de platos que he probado jamás. Aquello fue arte de verdad, aunque fuera muy efímero». Si quieres seguir los pasos de Gretchen, Benu ofrece cocina americana moderna con platos de temporada como las huevas de salmón con aceite de sésamo prensado a mano, o puerros con trufa negra y jamón. Es uno de los mejores restaurantes de EE. UU. En otoño de 2014, el chef Corey Lee consiguió algo (casi) imposible, cuando le otorgaron su tercera estrella Michelin.

Autora: Nina Heitele
Imágenes: © Gretchen Röehrs, © Annie Martin